sábado, 23 de marzo de 2013

La forma en Picasso y Graham Sutherland


La presente entrada tratará la relación entre las formas de Picasso y Graham Sutherland. Pero antes de empezar y dado que el artista inglés mostró durante toda su vida un particular interés por la vida de las formas, pensé dedicar unas líneas a una hermosa idea de Henri Focillon. Dice pues Focillon a propósito de las puras formas geométricas tal como se manifiestan en el estilo decorativo: "...es verdad que el estilo ornamental existe y vive en función del desarrollo de una lógica interna, una dialéctica que solo vale para si misma. Las variaciones de esta lógica no dependen de una incrustación de aportaciones ajenas, de una selección contingente, sino de un juego de reglas escondidas. Ella acepta, ella demanda las aportaciones, pero siempre según sus necesidades. Lo que le dan es lo que a ella le conviene. Ella es capaz de inventar las aportaciones. Y este es un matiz, una reducción de la doctrina de las influencias que interpretadas desde un punto de vista cuantitativo y tratadas como acción de choque, a veces pesan en los estudios..."*

Graham Sutherland (1903-1980) nació en el Sur de Londres en el seno de una familia respetable de la clase media. En principio estudió ingeniería pero muy pronto la dejó para estudiar arte en Londres. Se dedicó principalmente al grabado y a sus 21 años tuvo su primera solo exposición de dibujos y grabados en la Twenty-One Gallery de Londres. Pocos años después empezó a enseñar pintura en la Chelsea School of Art donde conoció a Henry Moore quien se convirtió en uno de sus mejores amigos y continua fuente de inspiración. Pero realmente, fue el encuentro con Kenneth Clark lo que cambió su vida.

Kenneth Clark el joven y prometedor director de la National Gallery de Londres en 1934 vio en Sutherland un digno sucesor de Turner, Blake y Palmer, un continuador de la tradición de la poética pintura inglesa y le tomó bajo su protección. En parte gracias a Kenneth Clark Sutherland penetró a los círculos intelectuales de Londres y en el verano de 1936 fue invitado por Roland Penrose a participar en la exposición internacional de los surrealistas en Londres. La exposición despertó el interés de Sutherland por el arte contemporáneo europeo. Pero la verdadera revelación vino un año después, con la exposición del Guernica y los dibujos preparatorios de Picasso en Londres en New Burlington Galleries. El propio Sutherland comentó:

"Picasso´s Guernica drawings seemed to open up a philosophy and to point a way whereby - by a kind of paraphrase of appearances - things could be made to look more vital and real. The forms I saw in this series pointed to a passionate involvement in the character of the subject, whereby the feeling for it was trapped and made concrete like the subject and yet unlike. Everything I saw at this time exhorted me to a greater freedom. Only Picasso however seemed to have the true idea of metamorphosis whereby things found a new form through feeling." (G. Sutherland citado en Berthold, 1982, p.92)
Sutherland, un apasionado de la línea y de la forma gracias a su formación como grabador y su predilección por el dibujo, admiró el trazo de Picasso, su capacidad de crear formas con gran fuerza emocional, formas que pertenecen a la realidad pero que a la vez van más allá de ella porque llevan la carga emotiva del pintor.

Sutherland produjo en estos años sus mejores obras. Se podría decir que de alguna manera las formas de Picasso sirvieron como desenlace para la liberación de la propia sensibilidad del pintor inglés mediante formas auto-contenidas que se imponen al espectador con su presencia como valor en si mismo. A Sutherland le gustaba caminar en la naturaleza de Pembrokeshire y Donet y observar las formas orgánicas de la naturaleza, como las espinas de los arbustos o las rocas. No le interesaba dibujar el paisaje como un escenario sino dar vida emocional e intelectual a las formas naturales. En este sentido, las formas de Picasso revelaron a Sutherland lo que él ya había intuido en sus largos paseos en la naturaleza inglesa. La forma de una roca, los contornos de las espinas sobre el cielo azul, las hojas redondas de los árboles pueden parafrasearse gracias a la capacidad del artista en formas que simbolizan y a veces incluso transciendan las apariencias naturales. 
Graham Sutherland, Tree forms in Estuary, 1939, aguada sobre papel, 29 x 22 cm., Dancaster Museum Service, Dancaster MBC

 
Graham Sutherland, Gorse on Sea Wall, 1939, óleo sobre lienzo, 62,2 x 48,3 cm., National Museums Nothern Ireland

Graham Sutherland, Green Tree Form, 1940, óleo sobre lienzo, 60.5 x 54.5 cm, 1952, British Council 


Graham Sutherland, Thorns, 1945, aguada, tiza, tinta sobre papel, 41 x 31,5 cm., British Council P2722

Bibliografía:

Hammer, Martin, Graham Sutherland Landscapes, War scenes, Portraits 1924-50, Scala, Italy, 2005.

Man, Felix It, 8 European artists, Wlliam Heinemann Ltd., London, 1954.

*Focillon, Henri, La vie des formes, Presses Universitaires de France, Paris, 1947, p. 18-20. 
(la traducción del texto francés es mía. Según el texto original: "...Mais il est bien vrai que le style

ornemental ne se constitue et ne vit comme tel qu’en vertu du développement

d’une logique interne, d’une dialectique qui ne vaut que par rapport à elle-

même. Ses variations ne dépendent pas d’une incrustation d’apports étrangers,

d’un choix contingent, mais du jeu de ses règles cachées. Elle accepte, elle

requiert les apports, mais selon ses besoins. Ce qu’ils lui donnent, c’est ce qui

lui convient. Elle est capable de les inventer. De là un nuancement, une

réduction de la doctrine des influences qui, interprétées d’une façon massive

et traitées comme action de choc, pèsent encore sur certaines études.")


No hay comentarios:

Publicar un comentario