sobre Picasso y sus
obras cubistas que desencadenaron toda una revolución en el arte occidental de
inicios del siglo XX. La revolución había empezado ya en el año 1907 con las Señoritas de Aviñón pero el “manifiesto”
de la nueva concepción del arte se publicó en 1913 por un amigo de Picasso y
Braque, el poeta Guillaume Apollinaire. En Los
pintores cubistas Apollinaire, recapitulaba en palabras, los propósitos y
la manera de proceder de todos los jóvenes artistas que siguieron el camino
nuevo que abrieron Picasso y Braque.
Citamos algunos de sus
pensamientos que todavía hoy, justo 100 años después, nos conmocionan por su fe
ardiente en la transcendencia del arte cubista de sus amigos y contemporáneos,
un arte nuevo y rupturista, el arte que habían inventado Picasso y Braque:
…Cada divinidad crea a su imagen; así crean los pintores. Los trazos de
los artistas son la verdad y fuera de ellos no conocemos ninguna realidad. Pero
la realidad no la podemos descubrir una vez por todas. La realidad será siempre
algo nuevo…
…La grande revolución de las artes la ha acometido
Picasso casi sólo, lo que es el mundo y su nueva representación…
…muchos de los nuevos artistas sólo pintan cuadros
sin un verdadero tema…Estos pintores, observan la naturaleza pero no la imitan
y evitan cuidadosamente la representación de escenas naturales observadas y
reconstruidas a través del estudio. La verosimilitud no tiene ninguna
importancia, todo se sacrifica por el artista a favor esas verdades, esas
necesidades de una naturaleza superior que el artista supone sin haberla
descubierto…
…sin los poetas, sin los artistas los hombres se
aburrirían enseguida de la monotonía natural…
…lo que diferencia el cubismo de la pintura
antigua es que no se trata de un arte de imitación sino de un arte de
concepción que tiende a elevarse hacia la creación…
…Nietzsche había adivinado la posibilidad de un
arte que toma el universo infinito como ideal, que permite al artista-pintor de
dar al objeto unas proporciones conformes al grado de plasticidad al que él
desea llegar. Nietzsche había adivinado la posibilidad de este nuevo arte: “Oh Dioniso ¿porque me tiras las orejas? pregunta
Ariadna a su amante filosófico en uno de sus célebres diálogos en la isla de
Naxos. “Encuentro algo de muy placentero, muy agradable en tus orejas Ariadna:
¿Por qué no son todavía más largas?”…*
*Las citas provienen
del libro de Guillaume Apollinaire Les
peintres cubistes. Méditations Esthètiques, Genève, Éditions Pierre
Cailler, 1950. El libro fue publicado por primera vez en 1913 en Paris por el
editorial Eugène Figuière & Cie.