Y es que, incluso
antes de que Picasso sentase las bases totales del movimiento, sus obras ya
estaban marcando una profecía sobre su gran creación, la facetación de la
realidad misma.
Podemos asegurar
esto gracias a su maravillosa obra Las
Señoritas de Avignon, aquellas que tan poco tenían de señoritas y que, aun
cuando todavía se encuentren en el protocubismo, marcan ya un punto de
inflexión hacia el camino iniciado por Picasso en esos años.
Numerosos son
los artistas de todo género que han trabajado sobre esta imagen, desde Antonio
Valdés o Aurelio Días Trillo “Buly”, hasta Héctor Francesch; pero entre ellos,
quizás uno de los más originales sea el ya nombrado Antonio de Felipe,
considerado como el gran renovador del arte Pop de los últimos años, presente
en algunas de las mejores galerías y exposiciones no sólo de España, sino de
todo el contexto internacional.
Este valenciano,
cuyo prestigio le ha valido para colaborar y recibir encargos de algunos
personajes célebres como Almodóvar, la Baronesa Thyssen, o incluso la familia
real; dedica su tarea a reproducir las imágenes de grandes obras de la historia
y los personajes más conocidos del mundo del cine y la publicidad, todo ello
con su característico filtro pop.
Gracias a esto
es a lo que podemos verle jugar con las obras de genios como Munch, Van Gogh o,
como no, Picasso. Y es que si de lo que se trata en el Pop Art es de trastear
con las pautas actuales de consumo, ¿qué obra mejor para jugar con los vicios
actuales que Las Señoritas de Avignon?
Las transforma,
las aparta de su geometrización, las erotiza al estilo s. XXI y de ello
resultan multitud de escenas, desde el estilo más pin up, hasta sus curiosas Dibus
de Avignon; pieza en la que combina, con más bien poca sutilidad, el mundo
inocente de la animación infantil con la sensualidad de las “damas picasianas”.
Puede parecer
que a poco cuento viene que comentemos en el apartado del Cubismo desde su
nacimiento una obra pop; igual que puede parecerlo el hecho de que la obra
escogida para ello ni tan siquiera haya alcanzado el Cubismo pleno. Pero, si
nos hemos decantado por sus simpáticas piezas no se debe más que a una cosa.
Que el Cubismo era un antes y un después, había quedado ya claro desde antes de
que Vauxcelles se encargase de darle un nombre.
Si os interesa, podéis
encontrarle presente en noticias de periódicos como El Mundo o ABC; y múltiples
revistas de arte y sociedad como Rolling Stones y Marie Claire; de igual manera
que podéis tener acceso a su obra en las colecciones del Reina Sofía.
Bibliografía y
páginas web recomendadas:
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