La presente entrada
tratará la relación entre las formas de Picasso y Graham Sutherland. Pero antes
de empezar y dado que el artista inglés mostró durante toda su vida un
particular interés por la vida de las formas, pensé dedicar unas líneas a una
hermosa idea de Henri Focillon. Dice pues Focillon a propósito de las puras
formas geométricas tal como se manifiestan en el estilo decorativo: "...es
verdad que el estilo ornamental existe y vive en función del desarrollo de una
lógica interna, una dialéctica que solo vale para si misma. Las variaciones de
esta lógica no dependen de una incrustación de aportaciones ajenas, de una
selección contingente, sino de un juego de reglas escondidas. Ella acepta,
ella demanda las aportaciones, pero siempre según sus necesidades. Lo que le
dan es lo que a ella le conviene. Ella es capaz de inventar las aportaciones.
Y este es un matiz, una reducción de la doctrina de las influencias que
interpretadas desde un punto de vista cuantitativo y tratadas como acción de
choque, a veces pesan en los estudios..."*
Graham Sutherland
(1903-1980) nació en el Sur de Londres en el seno de una familia respetable de
la clase media. En principio estudió ingeniería pero muy pronto la dejó para
estudiar arte en Londres. Se dedicó principalmente al grabado y a sus 21 años
tuvo su primera solo exposición de dibujos y grabados en la Twenty-One
Gallery de Londres. Pocos años después empezó a enseñar pintura en la Chelsea School of Art donde conoció a Henry Moore quien se convirtió en uno de
sus mejores amigos y continua fuente de inspiración. Pero realmente, fue el
encuentro con Kenneth Clark lo que cambió su vida.
Kenneth Clark el joven y prometedor director de la National Gallery de Londres en 1934 vio en Sutherland un digno sucesor de Turner, Blake y Palmer, un continuador de la tradición de la poética pintura inglesa y le tomó bajo su protección. En parte gracias a Kenneth Clark Sutherland penetró a los círculos intelectuales de Londres y en el verano de 1936 fue invitado por Roland Penrose a participar en la exposición internacional de los surrealistas en Londres. La exposición despertó el interés de Sutherland por el arte contemporáneo europeo. Pero la verdadera revelación vino un año después, con la exposición del Guernica y los dibujos preparatorios de Picasso en Londres en New Burlington Galleries. El propio Sutherland comentó:
Kenneth Clark el joven y prometedor director de la National Gallery de Londres en 1934 vio en Sutherland un digno sucesor de Turner, Blake y Palmer, un continuador de la tradición de la poética pintura inglesa y le tomó bajo su protección. En parte gracias a Kenneth Clark Sutherland penetró a los círculos intelectuales de Londres y en el verano de 1936 fue invitado por Roland Penrose a participar en la exposición internacional de los surrealistas en Londres. La exposición despertó el interés de Sutherland por el arte contemporáneo europeo. Pero la verdadera revelación vino un año después, con la exposición del Guernica y los dibujos preparatorios de Picasso en Londres en New Burlington Galleries. El propio Sutherland comentó:
"Picasso´s Guernica
drawings seemed to open up a philosophy and to point a way whereby - by a kind
of paraphrase of appearances - things could be made to look more vital and real.
The forms I saw in this series pointed to a passionate involvement in the
character of the subject, whereby the feeling for it was trapped and made
concrete like the subject and yet unlike. Everything I saw at this time
exhorted me to a greater freedom. Only Picasso however seemed to have the true
idea of metamorphosis whereby things found a new form through feeling."
(G. Sutherland citado en Berthold, 1982, p.92)
Sutherland, un apasionado
de la línea y de la forma gracias a su formación como grabador y su
predilección por el dibujo, admiró el trazo de Picasso, su capacidad de crear
formas con gran fuerza emocional, formas que pertenecen a la realidad pero que
a la vez van más allá de ella porque llevan la carga emotiva del pintor.
Sutherland produjo en estos años sus mejores obras. Se podría decir que
de alguna manera las formas de Picasso sirvieron como desenlace para la
liberación de la propia sensibilidad del pintor inglés mediante formas
auto-contenidas que se imponen al espectador con su presencia como valor en si
mismo. A Sutherland le gustaba caminar en la naturaleza de Pembrokeshire y
Donet y observar las formas orgánicas de la naturaleza, como las espinas de los
arbustos o las rocas. No le interesaba dibujar el paisaje como un escenario
sino dar vida emocional e intelectual a las formas naturales. En este sentido,
las formas de Picasso revelaron a Sutherland lo que él ya había intuido en sus
largos paseos en la naturaleza inglesa. La forma de una roca, los contornos de
las espinas sobre el cielo azul, las hojas redondas de los árboles pueden
parafrasearse gracias a la capacidad del artista en formas que simbolizan y a
veces incluso transciendan las apariencias naturales.
Graham Sutherland, Tree forms in Estuary, 1939, aguada sobre papel, 29 x 22 cm., Dancaster Museum Service, Dancaster MBC |
Graham Sutherland, Gorse on Sea Wall, 1939, óleo sobre lienzo, 62,2 x 48,3 cm., National Museums Nothern Ireland |
Graham Sutherland, Green Tree Form, 1940, óleo sobre lienzo, 60.5 x 54.5 cm, 1952, British Council |
Graham Sutherland, Thorns, 1945, aguada, tiza, tinta sobre papel, 41 x 31,5 cm., British Council P2722 |
Bibliografía:
Hammer, Martin, Graham
Sutherland Landscapes, War scenes, Portraits 1924-50, Scala,
Italy, 2005.
Man, Felix It, 8
European artists, Wlliam Heinemann Ltd., London, 1954.
*Focillon, Henri, La
vie des formes, Presses Universitaires de France, Paris, 1947, p. 18-20.
(la traducción del texto francés es mía. Según el texto original: "...Mais il est bien vrai que le style
ornemental ne se constitue et ne vit comme tel
qu’en vertu du développement
d’une logique interne, d’une dialectique qui
ne vaut que par rapport à elle-
même. Ses variations ne dépendent pas d’une
incrustation d’apports étrangers,
d’un choix contingent, mais du jeu de ses
règles cachées. Elle accepte, elle
requiert les apports, mais selon ses besoins.
Ce qu’ils lui donnent, c’est ce qui
lui convient. Elle est capable de les
inventer. De là un nuancement, une
réduction de la doctrine des influences qui,
interprétées d’une façon massive
et traitées comme action de choc, pèsent
encore sur certaines études.")
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