domingo, 21 de abril de 2013

La Section d'Or


A pesar de que Picasso y Braque intentaron evitar que el Cubismo se convirtiera en una moda, lo cierto es que la obra de algunos jóvenes artistas, seguidores de las propuestas de aquéllos, nos obliga a pensar que el Cubismo acabó por convertirse en una práctica generalizada.


Metzinger, Le goûter, 1911
Figuras como Gleizes, Metzinger o Léger, formaron parte de ese grupo de artistas que, en su intento por realizar nuevas propuestas cubistas, colaboraron en la propagación del movimiento, cuya difusión comenzó sobre todo a partir de la exposición en el Salón de los Independientes de 1911. En ella, junto a los tres artistas mencionados, participaron también Juan Gris, Delaunay, Le Fauconnier o Lhote, mientras que los líderes del Cubismo, Picasso y Braque estuvieron ausentes.


Poco después, estos jóvenes artistas que compartían tertulias y propuestas artísticas en el estudio de Jacques Villon en Puteaux, se organizaron en un grupo al que denominaron Section d’Or. Este nombre, concedido por Villon, sin duda ya evidenciaba su deseo de dar un fundamento científico al arte que realizaban: un arte basado en concepciones matemáticas, donde primase la armonía y la medida, la proporción encarnada en esa fórmula de la sección áurea incluida en el tratado de Luca Pacioli (Divina Proporción, 1509). Unas propuestas las de esta agrupación, que pudieron comprobarse en la exposición de 1912 en la Galería Boétie de París, en la que de nuevo Picasso y Braque estuvieron ausentes, permaneciendo, por su parte, fieles a la galería de Kahnweiler.

                                                       Gleizes, Les Baigneuses, 1912
En esta Galería Boétie se expusieron más de doscientas obras, realizadas por los treinta artistas participantes en los últimos tres años de sus experiencias artísticas. Una exposición que incluso condujo a hablar de una Escuela Cubista, si bien la disparidad de tendencias de los que allí participaron era evidente.

Léger, Elementos
mecánicos, 1918
Esta variedad de propuestas individuales es la que nos lleva a pensar más que en la difusión del cubismo, en su popularización. Aunque deseosos de superar el cubismo ortodoxo de Picasso y Braque a través del movimiento o la proporción, lo cierto es que sus directrices seguían siendo en muchos aspectos deudoras de los maestros. Mientras Gleizes o Metzinger reflejan en su pintura una copia de las obras de Picasso y Braque, dándole una interpretación más personal, otros como Léger y sus más tardías pinturas de cubismo maquinario, resultaron quizá más originales, si bien en su obra también encontramos principios tradicionales del cubismo como el sentido geométrico o el sombreado.




FUENTES
-CABANE, P., El siglo de Picasso. El nacimiento del cubismo, Vol. I, 1982.
-PRECKLER, A. Mª., Historia del Arte Universal de los siglos XIX y XX. Pintura y escultura del siglo XX, Tomo II, Editorial Complutense, 2003.  
-SERULLAZ, M., El cubismo, ed. Oikos-Tau, 1976.

1 comentario: