martes, 16 de abril de 2013

El Cubismo: dejando su huella incluso antes de nacer.

Con artistas como Antonio de Felipe este hecho se hace innegable: el Cubismo es, le guste o no le guste a uno, una forma estética capaz de impregnar hasta el último recoveco  del arte.

Y es que, incluso antes de que Picasso sentase las bases totales del movimiento, sus obras ya estaban marcando una profecía sobre su gran creación, la facetación de la realidad misma.

Podemos asegurar esto gracias a su maravillosa obra Las Señoritas de Avignon, aquellas que tan poco tenían de señoritas y que, aun cuando todavía se encuentren en el protocubismo, marcan ya un punto de inflexión hacia el camino iniciado por Picasso en esos años.


Numerosos son los artistas de todo género que han trabajado sobre esta imagen, desde Antonio Valdés o Aurelio Días Trillo “Buly”, hasta Héctor Francesch; pero entre ellos, quizás uno de los más originales sea el ya nombrado Antonio de Felipe, considerado como el gran renovador del arte Pop de los últimos años, presente en algunas de las mejores galerías y exposiciones no sólo de España, sino de todo el contexto internacional.


Este valenciano, cuyo prestigio le ha valido para colaborar y recibir encargos de algunos personajes célebres como Almodóvar, la Baronesa Thyssen, o incluso la familia real; dedica su tarea a reproducir las imágenes de grandes obras de la historia y los personajes más conocidos del mundo del cine y la publicidad, todo ello con su característico filtro pop.

Gracias a esto es a lo que podemos verle jugar con las obras de genios como Munch, Van Gogh o, como no, Picasso. Y es que si de lo que se trata en el Pop Art es de trastear con las pautas actuales de consumo, ¿qué obra mejor para jugar con los vicios actuales que Las Señoritas de Avignon?

Las transforma, las aparta de su geometrización, las erotiza al estilo s. XXI y de ello resultan multitud de escenas, desde el estilo más pin up, hasta sus curiosas Dibus de Avignon; pieza en la que combina, con más bien poca sutilidad, el mundo inocente de la animación infantil con la sensualidad de las “damas picasianas”.
Puede parecer que a poco cuento viene que comentemos en el apartado del Cubismo desde su nacimiento una obra pop; igual que puede parecerlo el hecho de que la obra escogida para ello ni tan siquiera haya alcanzado el Cubismo pleno. Pero, si nos hemos decantado por sus simpáticas piezas no se debe más que a una cosa. Que el Cubismo era un antes y un después, había quedado ya claro desde antes de que Vauxcelles se encargase de darle un nombre.

Si os interesa, podéis encontrarle presente en noticias de periódicos como El Mundo o ABC; y múltiples revistas de arte y sociedad como Rolling Stones y Marie Claire; de igual manera que podéis tener acceso a su obra en las colecciones del Reina Sofía.


Bibliografía y páginas web recomendadas:






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