domingo, 24 de marzo de 2013

Picasso, motor de la obra de David Hockney


En este repaso a los pintores británicos que han tomado a Picasso como referente en algún momento de su carrera no podía faltar David Hockney (1937, Bradford, Inglaterra), uno de los artistas que más claramente ha mostrado en su obra la gran admiración que sentía por el artista malagueño.

Hockney entró en contacto con la obra de Picasso en su juventud, llegando a visitar la gran exposición de Picasso que organizó la Tate Gallery en 1960 por lo menos en ocho ocasiones. La muestra no dejó una clara influencia picassiana en las obras del pintor directamente posteriores, pero supuso una importante lección para el británico: que los artistas no tenían por qué ceñirse a un estilo concreto, idea que marcaría el resto de su carrera.

The Student (1973) y Artist and model (1973-74). © David Hockney.
No fue hasta 1973 cuando Hockney presentó a Picasso claramente como su maestro. La editorial alemana Propyläen Verlag promovió, con motivo de la muerte del pintor, la obra Homage to Picasso, para la cual realizaron grabados setenta artistas de diecisiete países. David Hockney contribuyó al proyecto con dos obras muy reveladoras: The Student, en la que se presenta buscando la aprobación de un Picasso elevado a la categoría de ídolo, una imagen que recuerda a L’Atelier du sculpteur de la Suite Vollard, relacionada con la comprensión por parte del artista de la imposibilidad de alcanzar la perfección; y Artist and model, donde Hockney se imagina un encuentro real con su maestro.


sábado, 23 de marzo de 2013

La forma en Picasso y Graham Sutherland


La presente entrada tratará la relación entre las formas de Picasso y Graham Sutherland. Pero antes de empezar y dado que el artista inglés mostró durante toda su vida un particular interés por la vida de las formas, pensé dedicar unas líneas a una hermosa idea de Henri Focillon. Dice pues Focillon a propósito de las puras formas geométricas tal como se manifiestan en el estilo decorativo: "...es verdad que el estilo ornamental existe y vive en función del desarrollo de una lógica interna, una dialéctica que solo vale para si misma. Las variaciones de esta lógica no dependen de una incrustación de aportaciones ajenas, de una selección contingente, sino de un juego de reglas escondidas. Ella acepta, ella demanda las aportaciones, pero siempre según sus necesidades. Lo que le dan es lo que a ella le conviene. Ella es capaz de inventar las aportaciones. Y este es un matiz, una reducción de la doctrina de las influencias que interpretadas desde un punto de vista cuantitativo y tratadas como acción de choque, a veces pesan en los estudios..."*

Graham Sutherland (1903-1980) nació en el Sur de Londres en el seno de una familia respetable de la clase media. En principio estudió ingeniería pero muy pronto la dejó para estudiar arte en Londres. Se dedicó principalmente al grabado y a sus 21 años tuvo su primera solo exposición de dibujos y grabados en la Twenty-One Gallery de Londres. Pocos años después empezó a enseñar pintura en la Chelsea School of Art donde conoció a Henry Moore quien se convirtió en uno de sus mejores amigos y continua fuente de inspiración. Pero realmente, fue el encuentro con Kenneth Clark lo que cambió su vida.

Kenneth Clark el joven y prometedor director de la National Gallery de Londres en 1934 vio en Sutherland un digno sucesor de Turner, Blake y Palmer, un continuador de la tradición de la poética pintura inglesa y le tomó bajo su protección. En parte gracias a Kenneth Clark Sutherland penetró a los círculos intelectuales de Londres y en el verano de 1936 fue invitado por Roland Penrose a participar en la exposición internacional de los surrealistas en Londres. La exposición despertó el interés de Sutherland por el arte contemporáneo europeo. Pero la verdadera revelación vino un año después, con la exposición del Guernica y los dibujos preparatorios de Picasso en Londres en New Burlington Galleries. El propio Sutherland comentó:

miércoles, 20 de marzo de 2013

Picasso en las formas de Henry Moore


En la larga y productiva carrera de Henry Moore (1898-1986), los años 30 significarán su período más creativo y experimental. La abstracción, el avance hacia el biomorfismo, la distorsión anatómica extrema e incluso algunos aspectos del lenguaje geométrico constructivista, contribuirán a ampliar los límites de su pensamiento artístico. Moore participará –junto con otros artistas que comparten su dedicación a los principios de la modernidad– en la creación de un nuevo espíritu de innovación en el arte ingles. 

Él siempre reconoció como principales influencias el paisaje, el cuerpo y el arte primitivo de los que hablaba con frecuencia. Apreciaba también la ruina, sobre todo cuando la naturaleza había empezado a actuar sobre ella. Sin embargo es la forma viva, y en especial el cuerpo femenino, lo que domina gran parte de su obra. El elemento vivo de su obra era tan importante para él que señalaba el momento de creación de la maqueta como el momento en el que la obra cobraba vida.

Durante los años 20 y 30 viaja regularmente por Europa, conociendo así las tendencias artísticas contemporáneas de las que también se empapa a través de diversas revistas de arte. En cualquier caso su influencia más poderosa proviene de dos fuentes en particular: la escultura de Alberto Giacometti y las pinturas, esculturas y dibujos de Pablo Picasso de finales de 1920. Otras fuentes tienen también importancia en su obra, como el trabajo de Brancusi y Jean Arp y el interés que mantiene –al igual que Picasso– por las tradiciones y el arte de culturas tribales, en especial de la oceánica y precolombina. Sin embargo, Giacometti y Picasso inciden en Moore de forma más profunda y con un carácter diferente.

lunes, 18 de marzo de 2013

Duncan Grant, contemporáneo a Picasso


PicassoHead of a Sleeping Woman, 1907, MoMa


 Duncan Grant, Head of Eve 1913, Tate


El artista británico Ducan Grant (1885-1978) fue un gran asimilador de tendencias, y entre ellas, cómo no, encontramos la enorme influencia de Picasso. Aunque Grant vivió un año en París no fue allí donde conoció el arte de Picasso, sino que tuvo el primer contacto con sus obras gracias a los hermanos Stein.

En 1912 conoció a Picasso en una de las llamativas soirées de Gertrude Stein. A través de las obras que los Stein compraban Grant pudo seguir la evolución de Picasso, y se dejó influir de distinta manera por cada uno de sus periodos, desde el rosa hasta las obras más relacionadas con el arte africano. De esta manera se convirtió en uno de los artistas más inspirados por Picasso antes de la Segunda Mundial, aunque después del conflicto fue abandonando su relación pictórica con la obra del español.


sábado, 16 de marzo de 2013

Wyndham Lewis: una visión contradictoria de la obra de Picasso



Considerado uno de los personajes más relevantes del modernismo en Inglaterra, el polifacético y controvertido Wyndham Lewis es figura clave en la introducción de la vanguardia artística en este país. Testigo, gracias a sus viajes por Europa entre 1902 y 1908, de los cambios a los que el arte era sometido, y sus contactos con el Cubismo o el Futurismo, le conducirán a crear y liderar el único movimiento inglés de vanguardia: el Vorticismo.  Inspirado en los dos movimientos anteriores, el Vorticismo apuesta por un arte de geometría angulosa, semiabstracto, de colores llamativos e inspirado en las formas de la arquitectura y la maquinaria. Todo ello con el fin de producir un movimiento cuya apariencia de remolino (vórtice), llevó a Ezra Pound a acuñar el término de este estilo. El Vorticismo, que apenas duraría dos años desde que naciera en 1914, encontraría en la revista Blast el mejor medio de difusión para sus principios teóricos.


El carácter controvertido, provocador y contradictorio de Lewis, no sólo se reflejaría en sus implicaciones artísticas, sino fundamentalmente en su faceta como escritor de novelas y de publicaciones políticas, literarias o filosóficas, que le hicieron ganarse más de un enemigo en el panorama intelectual inglés. Esa actitud polémica hacia la sociedad y cultura de la Inglaterra victoriana, condujo a Lewis a ser rechazado y odiado por muchos, a convertirse incluso en figura maldita, llegando su obra a permanecer oculta o prohibida en varias ocasiones.
Interesado por el panorama cultural europeo, no es de extrañar que Picasso figurase entre las personalidades admiradas por Lewis, sin embargo, tampoco el malagueño se libró de sus críticas. En este sentido, el aspecto contradictorio que caracterizará a Lewis, tiene en el arte de Picasso un buen ejemplo: si por un lado era Lewis fiel reconocedor del talento del pintor español y de su lugar distinguido en el arte del momento, al mismo tiempo temía su influencia negativa, principalmente sobre el arte británico: “The whole of the modern movement, then, is we maintain, under a cloud. That cloud is the exquisite and accomplished, but discouraged, sentimental and inactive personality of Picasso”. Estas palabras, pronunciadas en su revista Blast, son reflejo de la principal crítica que Lewis dedicará a Picasso: en efecto, el escritor inglés opinaba que la pintura del malagueño era “desanimada”, “inactiva”, pues carecía de la energía a la que Lewis y sus colegas aspiraban y que residía en el “vórtice”: “The vortex is the point of máximum energy. It represents, in mechanics, the greatest efficiency”, diría Ezra Pound. 

jueves, 14 de marzo de 2013

Bacon en la Tate: un Picasso desgarrado




Con un asma severa que padeció durante toda su vida, y los problemas y tabúes que tuvo que afrontar a causa de su homosexualidad, siendo rechazado incluso por su propio padre, el arte de Francis Bacon siempre se caracterizó por una fuerza desgarradora.  
  

Su vida es sentimiento, y el sentimiento no puede conducirle sino al mundo del arte de la misma manera que hubiese ocurrido con Picasso.

Aunque fueron contemporáneos (si bien el inglés pertenece artísticamente a la siguiente generación), sus caminos nunca llegan a cruzarse para darles la oportunidad de conocerse en persona. 

Es con tan sólo veintisiete años que conoce la obra de Picasso en la Exposición de Galerie Paul Rosenberg de 1927, lo que le impulsa de modo inmediato a dibujar y pintar, asistiendo en su formación a academias libres, llegando después a tal su influencia, que el propio Bacon declaró abiertamente la importancia de una “línea pictórica postpicassiana”. Según sus palabras, fui a ver la exposición…recibí tal choque que me dieron ganas de ser pintor. '¿Por qué no intentarlo?', me dije.  

martes, 12 de marzo de 2013

Esta semana...

Esta semana seguimos el rastro de Picasso en otros artistas coetáneos al pintor. 

Por su larga vida, la extensión y variedad de su obra Picasso es, sin duda, creador de formas por excelencia. No se puede negar su supremacía en su siglo ni el papel determinante que su pintura jugó en la aceptación del arte moderno. 

Picasso influye en los artistas de su tiempo y lo hace de forma activa: éstos nos se limitan a copiar las formas del genio, sino que las asumen e interiorizan, creando un arte distinto, propio. Así el genio se encuentra en muchos artistas del siglo XX, de forma más o menos evidente, más o menos consciente. 

Francis Bacon.  Three Studies for Figures at the Base of a Crucifixion, ca 1944© Tate. 

Encontrar estas relaciones entre Picasso y varios artistas modernos británicos, es lo que proponía la Tate Britain de Londres en su exposición del año pasado, Picasso & modern British art. La muestra recogía 60 obras del español y analizaba su impacto en Duncan Grant, Wyndham Lewis, Ben Nicholson, Henry Moore, Francis Bacon, Graham Sutherland y David Hockney

Desde aquí queremos también prestar atención a algunos de estos nombres y ver sus vínculos con Picasso. ¡Esperamos que nos acompañéis en el viaje!

Si quisierais ampliar más información sobre esta exposición, podéis encontrar el catálogo en la Biblioteca del MNCARS.

domingo, 10 de marzo de 2013

Los "Guernicas" de Ron English

Hace unos días, Clara incluía en su entrada "Guernica en otra dimensión" la imagen de una de las obras de Ron English como ejemplo de la irrupción del Guernica en la cultura de masas. Creo que los resultados de la obsesión de este artista por dicha obra son muy interesantes, por lo que me he decidido hacer una entrada aparte para examinarlos más a fondo.

 Ron English, Fire in the Fishbowl. ©POPaganda.

La obra del artista estadounidense Ron English (Dallas, Texas, 1966) explora desde los años 80 la creación de imágenes impactantes a través de elementos relacionados con la cultura pop, tomando como referencia principal a Andy Warhol. Su producción abarca diferentes medios y técnicas, como el street art, los carteles publicitarios, la escultura en plástico o las portadas de discos. A menudo se vale de la subversión de las imágenes para cargar sus obras de un sentido crítico hacia la cultura de masas (como en su parodia del payaso de McDonald's), o de una clara intención política, como en el caso de una de sus creaciones más conocidas, Abraham Obama, que tuvo una gran difusión en Estados Unidos durante las elecciones presidenciales de 2008.


sábado, 9 de marzo de 2013

El Guernica y el Graffiti


Picasso, La Guernica, fotografia de Dora Maar
en L´Album Verve, Flammarion, 1987

George Kubler, un grande pensador y historiador del arte del siglo XX, describió los acontecimientos pasados como una categoría de conmociones de magnitud variable cuya existencia se manifiesta a través de señales autoproducidas, semejante a la energía cinética encerrada en masas que no pueden caer. Estas energías experimentan varias transformaciones entre el acontecimiento original y el presente. La interpretación presente de cualquier acontecimiento pasado es, por supuesto, sólo otra etapa en la perpetuación del impulso original*.

La creación de La Guernica por Picasso en 1937 se podría muy bien describir con la ayuda de las palabras de Kubler como equivalente a una conmoción de extraordinaria magnitud, por lo menos en lo que se refiere a la historia de las cosas del siglo XX y XXI. Indudablemente, parte del logro de este singular pintor reside en ser uno de los primeros en crear una obra que podía ser reproducida sin perder en calidad en una época en la que la reproducción se convertiría en un sine qua non de la cultura occidental.


viernes, 8 de marzo de 2013

Guernica en otra dimensión

Lena Gieseke. A 3D Exploration of Picasso’s Guernica. 2008
Es el tiempo el que ha conseguido que la belleza formal de Guernica se acabe imponiendo al propio suceso que lo originó. Lo que eleva a esta pintura a categoría universal, no es la atrocidad de la escena o la descarnada metáfora de un hecho histórico, sino la radicalidad de su lenguaje plástico. Para Sartre el Guernica es “un bello cuadro clásico y mitológico que nos recuerda ciertos hechos, pero que no dice nada de ellos –pues–, transforma el horror en figuras abstractas”. 

Guernica no fue en su momento bien recibido por el gran público ni será bien aceptado por algunos sectores de la crítica afines a las ideas marxistas y socialistas que acusarán a la obra de volcarse hacia formas excesivamente modernas, de falta de concreción y de verdadera significación política. Sin embargo será precisamente este carácter de indefinición el que permitirá que adquiera la dimensión universal que a día de hoy conserva. 

Muy pronto su potente imaginería se populariza, se vuelve incluso clásica y el cuadro se hace inteligible y sensible para todo el mundo. Las propias formas trascienden: no es el tema sino la pintura en sí misma la que cobra valor más allá del impacto emotivo de la escena. Es por ello que la obra permanece en diálogo constante y aparentemente eterno con artistas de toda índole. Su influencia ha traspasado la alta cultura y ha alcanzando la cultura de masas, donde diseñadores, publicistas, street artists, etc, continuamente revisan la obra y producen sus propias versiones, en su mayoría muy alejadas ya del significado político de la obra original, convertida ahora en icono pop.

jueves, 7 de marzo de 2013

Las Elegías de Robert Motherwell y el Guernica

Elegía a la República Española nº 70, 1961,  Metropolitan Museum NY

El artista americano Robert Motherwell (1915-1991) empieza a hacer sus Elegías a la República Española en 1948, y continúa tratando el tema durante más de veinte años. En ese periodo de tiempo realiza más de un centenar de estas Elegías. Motherwell definió la Guerra Civil Española como "el acontecimiento más conmovedor de la época", y sus elegías como "metáforas generales del contraste y la interrelación entre la vida y la muerte". En efecto, estas composiciones de manchas circulares y rectilíneas, en las que predominan el negro y el blanco, no hablan sólo de la guerra española, sino de la guerra en general, algo similar a como se ha entendido el Guernica de Picasso.

La influencia que Picasso y Matisse en Motherwell es bien conocida, y ya había tocado a otros artistas americanos como los de la llamada Escuela de Nueva York de los años 30. La influencia de Picasso en su obra se advierte en cuadros como Spanish picture with window (1941), Pancho Villa, Dead and alive (1943), o en los collages que presenta en su primera exposición individual en "Arts of this Century Gallery".

Las elegías tienen su origen en un boceto en tinta para ilustrar un poema de Harold Rosemberg, The bird of Every Bird, boceto que es utilizado un año más tarde por Motherwell para acompañar el Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías, de Lorca. Finalmente el motivo es tomado para las Elegías, que en un primer momento compone sólo en negro y blanco. La elección de los colores es el aspecto que más se ha mencionado para señalar su inspiración en el Guernica, además de, evidentemente, el tema. También se ha relacionado con la obra de Picasso el juego de líneas curvas y rectas, y sobre todo la impresión que genera la obra, como expresión de las tensiones de la guerra.


miércoles, 6 de marzo de 2013

El "Guernica" y el Pop Art del Equipo Crónica


Con motivo del 25 aniversario de la llegada del Guernica a España, el IVAM (Instituto Valenciano de Arte Moderno) organizó en 2006 una pequeña exposición sobre la serie que en 1969 dedicó el Equipo Crónica a la obra antibelicista más conocida del pintor malagueño. Una exposición que reunió dos serigrafías, cinco pinturas y una fotografía, procedentes del IVAM, la Colección de Arte Contemporáneo de la Fundación “la Caixa”, la Diputación de Valencia y una colección particular madrileña.
                                                             Rafael Solbes y Manuel Valdés

En 1969 la Galería Grises de Bilbao exponía por primera vez la serie Guernica en la que este grupo de artistas de origen valenciano conjugó la obra picassiana con las fórmulas artísticas del Pop Art. El Equipo Crónica tiene su origen en el grupo de la Estampa Popular valenciana, un colectivo que pretendía que su arte, de fuerte crítica social y política, llegara a todo el público posible. De ella se escindirían Rafael Solbes, Manuel Valdés y Juan Antonio Toledo para formar el Equipo  Crónica, que finalmente sería liderado por los dos primeros, después de que Toledo abandonara el grupo sólo un año después de la formación del mismo.                                                         

Activo entre 1965 y 1981, el Equipo Crónica plantea sus intenciones en el propio nombre dado al grupo: por una parte, critica el tradicional individualismo artístico y apuesta por un arte colectivo, en “equipo”, y de esa forma, anónimo; por otra parte, su arte es “crónica” de una realidad, una crítica social y política del momento con la que pretende hacer reaccionar y reflexionar al espectador. Y todo ello expresado de la misma manera que hiciera el Pop Art americano e inglés, es decir, mediante un arte cuyos temas, figuración y lenguaje proceden de la cultura visual de la sociedad: medios de comunicación, cómics, historia del arte…unas imágenes que manipulan y descontextualizan para mostrar, desde un punto de vista irónico y de denuncia, una realidad determinada.

martes, 5 de marzo de 2013

Antonio Saura y la manipulación del arte: furia contra el “Guernica”


Antonio Saura, una de las más destacadas figuras dentro del movimiento pictórico conocido como Expresionismo Abstracto, es igualmente referencia esencial si de lo que se trata es de hablar de las influencias picassianas desarrolladas tras la muerte del pintor.

Que nos hayamos decidido por él no se debe ni mucho menos a que sea el primero en el que encontramos la huella del pintor, sino al hecho de que su reveladora obra literaria “Contra el Guernica” supone uno de los mejores estudios sobre el valor mediático que tal pintura tuvo. 

 
Libelo “Contra el Guernica”, Antonio Saura (prefacio Félix de Azúa). Archives Antonio Saura

De hecho, basta con que nos remitamos a las noticias que surgieron cuando el libro se editó, como los intensos artículos de Azúa para El País, para que podamos ver la transformación que se produjo en la visión cultural; colaborando a través de su protesta en la revalorización del arte como arte y no cómo producto. 

El impacto del "Guernica" en la obra de Cândido Portinari

El traslado del Guernica en 1939 a Nueva York es, sin duda, un hecho clave a la hora de estudiar la enorme huella que dejó esta obra en el arte contemporáneo. Desde la victoria de Franco hasta 1981 permaneció en el Museum of Modern Art de Nueva York por deseo expreso de Picasso, viajando posteriormente por diferentes ciudades de Estados Unidos, y entre 1953 y 1956 pudo verse en Brasil.

  Cândido Portinari, Autorretrato (1956). Óleo sobre tabla. © Projeto Portinari.

El pintor brasileño Cândido Portinari (Brodowski, São Paulo, 1903 – Rio de Janeiro, 1962) no tuvo que esperar a que el Guernica fuera expuesto en su país natal, ya que pudo ver el cuadro en Nueva York hacia 1941-1942, cuando se encontraba en Estados Unidos pintando una serie de murales para la Hispanic Reading Room de la Library of Congress, en Washington, DC.

lunes, 4 de marzo de 2013

El "Guernica", icono del arte contemporáneo


 Pablo Picasso, Guernica (1937). Óleo sobre lienzo, 349,3 x 776,6 cm. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.

Josep Renau, director de Bellas Artes de la Segunda República, encarga a Picasso una obra de grandes dimensiones para el pabellón español de la Exposición Universal de París de 1937. La Segunda República estaba invitada a participar en esta exposición desde el año 34. El golpe de estado sorprende al gobierno, pero no consigue frenar su participación en la exposición. Entre tanto, además, el 26 de abril de 1937 Guernica es bombardeado, y Picasso se pone manos a la obra.

La obra de Picasso se exhibirá en la planta baja de ese pabellón español del 37, cuya maqueta podemos ver en el Reina Sofía. En la exposición de París, el pabellón español se sitúa al lado de alemán, que se enfrenta al ruso. Bajo estas dos grandes moles, que parecen anunciar la guerra, el Guernica del pabellón español avisa de los horrores que vendrán

Desde 1939, tras la derrota de la Segunda República, el Guernica se conserva en el MoMa de Nueva York. En 1981 vuelve a España, donde se exhibe en el Casón del Buen Retiro, y finalmente se traslada al Museo Reina Sofía en 1992. Es, además, un cuadro que ha viajado mucho, con más de 45 traslados por más de 30 ciudades de Europa y América entre 1937 y 1992. (Si queréis seguidle la pista os recomendamos este enlace del periódico El Mundo: http://www.elmundo.es/especiales/2011/10/cultura/guernica/traslado.html).

El Guernica, quizá por la universalidad con que transmite su mensaje, es la obra más conocida de Picasso, y posiblemente la que ha inspirado a un mayor número de artistas. Es, además, un símbolo internacional de los desastres de la guerra. Por todo ello, hemos decidido empezar este blog repasando la impronta que el Guernica ha dejado en el arte contemporáneo y las reinterpretaciones que ha sufrido con el paso del tiempo.